Desperté y me sentía lista, quería comerme al mundo, al fin, después de muchos días me sentía mas "entera", era como si esa parte de mi, la que me habían "robado", se hubiera llenado con otras cosas. Por primera vez podía escuchar canciones y no sentirme tiste, podía verme a mi misma feliz.
Tal vez era el efecto que causa la adrenalina de saber que hay alguien que te esta rondando y aunque ese alguien no sea adecuado, tal vez solo era la sensación siempre placentera de que te subieran el ego.
Llegué a mi destino y con un amplio cinismo comencé a jugar, quería provocar, quería ser y quería estar, quería sentirme "viva".
Como manualito, llegué a lo que buscaba, "equis acción igual a tal reacción", seguí jugando ese juego donde (según yo) no me iba a quemar. Y mientras le ponía emoción surgió la frase "es cuando yo quiera".
La tonta frase se convirtió no solo en una amenaza o una promesa sino mas bien en un reto, y si… como buena jugadora, no me habría dejar vencer.
-Ahora si, dijo con una voz firme
-Ahora no, dije con una voz nerviosa
-Si no es cuando tu quieras, dije con sarcasmo
-Siempre (enfatizó), es cuando yo quiera
(Reí, me había vencido en mi propio juego)
-Pues esta vez no es así, dije casi al borde de la emoción?
-Pues esta vez si.
Sus manos intentaron torturarme a placer mientras las mías evadían sus caricias, el reto hizo que el juego se intensificara y nos perdimos ahí.
Mi decisión por parar el juego que yo misma había iniciado hizo que cambiáramos de las caricias a las palabras, y lo que empezó como un juego, hizo que realmente me quemara.
-Promételo! promete que ya no vas a jugar, anda, promételo por lo mas sagrado que has tenido en la vida, por aquello que si habrás de cumplir...Me conocía tan bien que me atrapó, sacó mis sentimientos y me hizo darme cuenta de que talvez, aun no estaba lista para seguir…
Si, después de eso una lágrima pretendió asomarse, pero no la dejé, con el alma al desnudo, tuve que ser firme para no llorar, justo como me lo había dicho... yo tendría que ser fuerte y no llorar.
Cubrí mi rostro, baje la cara y di una gran respiración mientras se marchaba dejándome ahí, con asuntos por resolver que justo por la mañana yo creía resueltos...
Si, por jugar a ser mas fuerte, termine siendo mas débil y terminé atrapada en mi propia red.