No había mucho mas que decir, LM se había convertido (en realmente poco tiempo) en la persona que mas me conocía…
Tras una semana de eventos realmente desafortunados (para él) nos volvimos a ver. Lucía igual de flaco y ojeroso como siempre, pero pese a la sonrisa de niño bonito que le caracterizaba lucía diferente. Se veía cansado, agotado, exhausto, de “tanta cosa” que le había ocurrido, incluso su “**rix” que siempre lucía alegre se veía decaído.
Pregunté ¿Cómo estás?, dijo Bien, (creo que como toda respuesta que emitimos en automático cuando nos hacen esa pregunta)-Te ves cansado y el recuento de los que había comenzado apareció, tras una serie de recomendaciones absurdas como el famoso “cuídate” (como si en realidad disfrutáramos de descuidarnos) y un “hazte una limpia” comenzamos a despedirnos (y es que quien me conoce en persona, sabe que me cuesta mucho trabajo eso de las despedidas); pues bien seguimos hablando y entre algunas cosas se me salió un te quiero mucho. Tal vez, debido a la poca frecuencia con que escuchamos esas palabras es que nos sorprendemos si alguien nos las dice y este caso no fue la excepción.
Un “ay niña!” desencadenó las palabras mas sinceras (y a la vez rudas) que había escuchado en las últimas semanas (esas y las del Puma “...olvídelo usted no le interesa”) hicieron eco en mí.
El famoso “ay niña!” era la forma en que (casi) todas nuestras charlas existencialistas comenzaban, y así pues, hablamos de los padres, de los hijo, de los “pagos” y de las cosas que vivimos y dejamos de vivir.
En algún punto de la conversación, AH y CR aparecieron como ejemplos de lo que es y lo que no es. El primero, era algo no viable, casado, con hijos, un buen empleo y falta de tiempo; el segundo era joven, soltero, sin compromisos y un futuro prometedor, también algo limitado en tiempo pero no tanto como el anterior. Alegué en mi defensa, que no era el “estado civil” lo que convertía a una persona “elegible”, completando con un “y además Mr. Rosado no da el ancho (ni el largo)” y reí. Creo que a mi estimando no le gustó mi chiste pues enseguida reclamo… “Por qué no dejas de jugar?” (tómala LM1 y yo 0)
Obviamente, no dejé que se percatara de la cantidad de imágenes, sonidos, escenas… recuerdos, que en ese momento desfilaron delante de mi cabeza y proseguí diciendo lo que era cierto, que él no me interesaba y que pues no. Mi estimado amigo siguió con otra frase aun más reveladora que al anterior “es que tienes miedo”… (P..sima!! 2-0!!!). Dije: -No, no es cierto, tú sabes como es mi vida: trabajo-Alemán-Casa-Escuela-Familia-Tarea… A qué quieres que le robe tiempo? Si hasta mi horario de sueño se ha visto reducido, es simple practicidad, para que me embarco con alguien a quien no le voy a poder dedicar el tiempo que necesita, para qué me meto en una relación si se muy bien que no tengo tiempo para dedicarle?
-aja.. y por qué no pones orden en tu vida?
Veeeerdeeee!!! Literalmente ver…..!!! Me había noqueado y ni las manos metí. Realmente no supe que decir, me quedé ahí sin palabras, muda, impávida. Esas tres frases solo podían venir de alguien que en serio me conocía bastante bien, sin poder contener las frases e imágenes que desde la primera frase desfilaron ante mí, grité –Es que no puedo!! Entiéndelo no soy buena para el orden!! No lo se hacer!! No me gusta!!
Un “ay niña!” desencadenó las palabras mas sinceras (y a la vez rudas) que había escuchado en las últimas semanas (esas y las del Puma “...olvídelo usted no le interesa”) hicieron eco en mí.
El famoso “ay niña!” era la forma en que (casi) todas nuestras charlas existencialistas comenzaban, y así pues, hablamos de los padres, de los hijo, de los “pagos” y de las cosas que vivimos y dejamos de vivir.
En algún punto de la conversación, AH y CR aparecieron como ejemplos de lo que es y lo que no es. El primero, era algo no viable, casado, con hijos, un buen empleo y falta de tiempo; el segundo era joven, soltero, sin compromisos y un futuro prometedor, también algo limitado en tiempo pero no tanto como el anterior. Alegué en mi defensa, que no era el “estado civil” lo que convertía a una persona “elegible”, completando con un “y además Mr. Rosado no da el ancho (ni el largo)” y reí. Creo que a mi estimando no le gustó mi chiste pues enseguida reclamo… “Por qué no dejas de jugar?” (tómala LM1 y yo 0)
Obviamente, no dejé que se percatara de la cantidad de imágenes, sonidos, escenas… recuerdos, que en ese momento desfilaron delante de mi cabeza y proseguí diciendo lo que era cierto, que él no me interesaba y que pues no. Mi estimado amigo siguió con otra frase aun más reveladora que al anterior “es que tienes miedo”… (P..sima!! 2-0!!!). Dije: -No, no es cierto, tú sabes como es mi vida: trabajo-Alemán-Casa-Escuela-Familia-Tarea… A qué quieres que le robe tiempo? Si hasta mi horario de sueño se ha visto reducido, es simple practicidad, para que me embarco con alguien a quien no le voy a poder dedicar el tiempo que necesita, para qué me meto en una relación si se muy bien que no tengo tiempo para dedicarle?
-aja.. y por qué no pones orden en tu vida?
Veeeerdeeee!!! Literalmente ver…..!!! Me había noqueado y ni las manos metí. Realmente no supe que decir, me quedé ahí sin palabras, muda, impávida. Esas tres frases solo podían venir de alguien que en serio me conocía bastante bien, sin poder contener las frases e imágenes que desde la primera frase desfilaron ante mí, grité –Es que no puedo!! Entiéndelo no soy buena para el orden!! No lo se hacer!! No me gusta!!
Demonios… sería que me había vuelto transparente para él, o sería que mi desmadre de vida había traspasado la barrea que yo había construido a mi alrededor? No se que pasó, pero se que me había desarmado, me despojo de mi escudo, de mi armadura e incluso de mis ropas. Tenía mi alma ahí, enfrente de él, tan desnuda y vulnerable como el día en que nacía. Estaba acorralada, encerrada en la esquina y no había donde esconderme, sabía que había dicho las tres mas grandes verdades sobre mi…
Impresionante, no me había dicho anda que no supiera o que no hubiese escuchado con anterioridad, pero las había dicho de una forma maestra y en tampoco tiempo que cuando me percaté ya estaba dentro de su territorio y finalmente tuve que aceptarlo… -Es que solo se sobrevivir y no se cómo vivir!! –Vaya es la respuesta que esperaba desde hace 5 min. –Es que entiende, no tengo tiempo. –Se que la tienes difícil, que en verdad esta muy complicada para ti, pero asi como el ejercicio de tu tarea, hay un momento que tienes que detenerte y definir que es lo que quieres de tu vida, sabes?, a veces es necesario dejar de hacer las cosas que nos gustan para replantear lo que queremos y tenemos que hacer.
Literalmente me había madreado y me había dejado con mas de una cosa en que pensar…
-------------
*Nota,
Debido a una historia no amorosa (esas son las buenas) un tanto complicada de describir, aprendí a decir TE QUIERO, la lección es que tal vez, nunca más pueda decirlo, pues la vida no la tengo asegurada y no se que ocurra mañana. Por lo tanto, en un afán de no llegar al juicio final con la desilusión de decir “what if…” (por qué demonios no hice, dije…blablabla esto, o aquello), es que me prometí nunca irme sin decir TE QUIERO o TE EXTRAÑO (así que no se saquen de onda si o digo). De ahí también que no me gusta viajar cuando dejo algo emocionalmente pendiente. Supongo que no está de más y es un buen pretexto para solucionar los pendientes. Igual no lo entiendan, pero… es mi muy particular forma de vivir.
Literalmente me había madreado y me había dejado con mas de una cosa en que pensar…
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*Nota,
Debido a una historia no amorosa (esas son las buenas) un tanto complicada de describir, aprendí a decir TE QUIERO, la lección es que tal vez, nunca más pueda decirlo, pues la vida no la tengo asegurada y no se que ocurra mañana. Por lo tanto, en un afán de no llegar al juicio final con la desilusión de decir “what if…” (por qué demonios no hice, dije…blablabla esto, o aquello), es que me prometí nunca irme sin decir TE QUIERO o TE EXTRAÑO (así que no se saquen de onda si o digo). De ahí también que no me gusta viajar cuando dejo algo emocionalmente pendiente. Supongo que no está de más y es un buen pretexto para solucionar los pendientes. Igual no lo entiendan, pero… es mi muy particular forma de vivir.
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